He querido retratar un abanico generacional amplio y realista. Tanto de hombres como de mujeres. No obstante, en el caso de las mujeres he intentado dar visibilidad a las que se encuentran tanto a la sombra como al frente de sus negocios. Todas ellas tienen la misma dignidad y respeto.

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He tratado de abordar el oficio de cerca, más allá del mensaje inspiracional, revelando tanto las virtudes como las desavenencias. En este camino, he encontrado sabiduría tras un entramado de pensamientos muy opuestos. Sin embargo, existen muchos puntos en común que interpelan a la conservación de su existencia y a la defensa de las poblaciones rurales.

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No son personajes ilustres. Son personas anónimas a las que hemos dado voz y que viven conforme a sus convicciones. Este dialogo personal que realiza el documental con todos ellos, se esfuerza por mostrar las diferentes aristas de su realidad a lo largo de un año tan extraño como ha sido el 2019-2020.

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Afrontar mi primer largometraje documental conviviendo con ellas y ellos ha supuesto un viaje de descubrimiento y aprendizaje personal. Me he encontrado ante una compleja y frágil realidad reflejo, en numerosas ocasiones, de la España vaciada. Víctimas del cambio global. Inadvertidos frente a los ojos de una sociedad centralizada y acomodada. Sostenida por una economía capitalista y materialista.

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Mi intención con este documental es hacer una llamada a la reflexión, que cualquier persona pueda plantearse cuestiones y genere sus propias opiniones. Por ello creo que la vocación, venga del oficio que venga nos conduce por un camino común, y puede hacernos reflexionar sobre preguntas tan complejas y personales como: ¿quiénes somos? y ¿qué sentido queremos darle a nuestra vida?